Ocurrió durante la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso para hablar de los consejos europeos de febrero y marzo... de los que apenas habló. Se suponía que también iba a referirse a su giro copernicano en la cesión del Sáhara, pero no hizo falta dado que fue la oposición la que reflejó la obviedad: Sánchez se ha sometido a Mohamed VI hasta tal punto, humillando de tal modo a España, que la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, le llamó cobarde. Es una ofensa grave pero, la verdad, no parece que haya otras posibilidades.

Insisto, la pregunta sigue siendo: ¿con qué chantajea Rabat a Sánchez para que se humille tanto ante un tirano miserable, como Mohamed VI quien, además, continua utilizando a los seres humanos como balas contra España?