No es mucho: el precio oficial del dinero, en préstamos a un año, ha bajado diez puntos básicos, un 0,10%, hasta el 2,75. Pero sí sorprende que China siga el camino opuesto al de Estados Unidos y Eurolandia.
En cualquier caso, el precio oficial del dinero en el gigante asiático nunca se colocó en el 0%, como sí ocurrió en Europa.
La economía china ha crecido hasta convertirse en la primera potencia económica del mundo a lo chino, con trampas. Exige que le dejen vender sus productos en el extranjero pero pone todo tipo de trabas a que los demás hagan lo propio en el mercado chino. Para una empresa extranjera entrar en ese mercado es un auténtico trabajo de chinos.
Al mismo tiempo, China ha crecido mediante el ‘dumping’ social propio de una dictadura, que no duda en explotar a su propia gente para ganar en productividad frente al exterior.
Contra esta política tramposa sólo sirve la política de Donald Trump: tratarles co la misma moneda pero hacerlo de derecho, que no de hecho: aranceles y contingentes a los productos chinos.
Ahora más que nunca, cuando el modelo chino empieza a flaquear y sus autoridades se ven obligadas a bajar el precio oficial del dinero en tan sólo 10 centésimas, hasta el 2,75%. En cualquier caso, ante la crisis económica que viene y que va a crecer en proporción geométrica, de nada vale mantener la actual situación. O jugamos todos con las mismas reglas o rompemos la baraja, la baraja del librecambio internacional, se entiende.