Charlie Hebdo fue objeto de un atentado salvaje de yihadistas sin conciencia. Eso cierto y aborrecible. Pero no es menos cierto y aborrecible también que esa revista satírica francesa, superando los límites de la libertad de expresión, se ha dedicado durante a años a sacudir a diestro y siniestro, especialmente a la Iglesia católica. Vaya, pues ahora resulta que la sociedad literaria PEN American Center, políticamente correcta ella, se ha quedado con la parte abominable de lo primero: una "pequeña minoría de extremistas" no puede marcar lo que se puede o no decir, pero no con lo igualmente abominable de lo segundo: que la publicación se ha pasado veinte pueblos en el ejercicio de la libertad de expresión. PEN American Center sigue adelante con el premio a la libertad de expresión concedido a Charlie Hebdo, aunque aclara -es el colmo- que no pretende "insultar a los musulmanes". El gesto no ha gustado un pelo a seis conocidos novelistas residentes en EEUU, que anuncian boicot al acto (7 de mayo). Es lo que pasa cuando el pensamiento crítico se impone a la ceguera intelectual dominante. Uno de los que no acudirá es Peter Carey, galardonado dos veces con el Booker Prize. Lo que ve Carey en Chalie Hebdo es, sobre todo, "arrogancia cultural" y ningún respecto a la "creencia de gran parte de los ciudadanos". Pero Carey no es el único disidente. A él se han sumado también Michael Ondaatje, Francine Prose, Teju Cole, Rachel Kushner y Taiye Selasi. Hispanidad redaccion@hispanidad.com
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A 'Charlie Hebdo' le escuecen los granos de sentido común en EEUU
28/04/15 11:26
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