No, no he leído, ni pienso leer, la vendidísima obra, en ninguna de sus etapas. No, no he visto, ni pienso ver la película que la desarrolla, pero me bastan los testimonios del puñado de personas con criterio que me han hablado de las 'Cincuenta sombras de Grey', ahora, encima, trasladadas a la pantalla.
Y resulta que no es más que un ejercicio de sadomasoquismo: especialmente masoquismo femenino. Ahora bien, si aceptamos que la mujer es masoca, aceptamos que la mujer es idiota.
¿Verdad que no lo aceptamos? Pues entonces no vistamos como liberación ni como arte la pornografía morbosa.
Ante este tipo de cosas, alguien, a ser posibles, muchos, deben aclarar que el emperador va desnudo. Pero la película ha sido un éxito de público. ¿Y qué? Eran muchos los que aseguraban que el emperador lucía un vestido preciosísimo.
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