Miembros del sindicato CNT esperaban a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a las puertas de un acto que tenía con los medios de comunicación. En un ambiente de gritos y máxima tensión, una decena de personas se ha abalanzado contra Colau. Se trataba de trabajadores que protestan por la gestión de las empresas subcontratadas en albergues y comedores sociales de la ciudad. ¡Qué mal rato habrá pasado la alcaldesa consumiendo su propia medicina!
Colau ha acelerado el paso al ver la intensidad de los protestantes y ha querido pasar de largo entrando directamente al edificio. El grupo lo ha intentado impedir rodeándola, pero el equipo de seguridad que acompañaba a la alcaldesa ha podido abrirle paso. El motivo del escrache, según sus organizadores, es denunciar "los graves incumplimientos de dos entidades privadas que gestionan servicios sociales para personas sin hogar externalizadas por el Ayuntamiento de Barcelona, EUREST y ACENTO SOCIAL.
Los trabajadores concentrados hoy se quejan de "la hipocresía y mala praxis demostradas por Barcelona en Comú". Reprochan al partido de Colau no haber cumplido el punto 9 de su programa electoral con que ganó las elecciones: el de municipalizar los servicios básicos. Señalan que las malas condiciones laborales -alta carga de trabajo, no sustituciones de bajas, mal estado de las instalaciones, etc- reducen la calidad del servicio que se presta.