Alberto Nadal, amigo de lo políticamente correcto, insiste en que España no gasta mucho en Defensa y que lo hace “fundamentalmente en operaciones de mantenimiento de la paz”. Así, contribuye, como nos piden ONU y OTAN, para defendernos de ataques terroristas y que “nuestras Fuerzas Armadas, que van a esos países jugándose la vida, estén en las mejores condiciones posibles”, ha afirmado en Los Desayunos de TVE.
Estas misiones sólo suponen un 3,9% de lo que aumenta el gasto de Defensa (+10,7%)
El secretario de Estado de Presupuestos debería ser menos políticamente correcto porque las cosas no son así. Dichas misiones sólo suponen un 3,9% del aumento del gasto de Defensa, el cual sube un 10,7%, hasta los 8.453 millones. Pero claro no puede decir que la titular de dicho Departamento, María Dolores de Cospedal, quería más dinero… porque ha entrado en el programa de cooperación estructurada permanente en materia de Defensa europea (PESCO) para llegar al 2% del PIB en gasto en defensa que reclama Donald Trump a sus aliados de la OTAN.
Y ojo, no hay que olvidar que Cospedal mantiene un pulso con la vice, Soraya Sáenz de Santamaría, porque quiere que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) vuelva a depender de su Ministerio. Por cierto, el presupuesto de los espías sube a 282 millones (+8%), que son blanco de críticas -sobre todo, su jefe, Félix Sanz Roldán, y Soraya-, incluso dentro del PP, por su desastre en Cataluña el 1-O. Además, recuerden que Sanz Roldán tiene 73 años y sin sucesor a la vista: Beatriz Méndez de Vigo, hermana del ministro portavoz, dejó de ser su número dos el pasado junio. Tiene su importancia.