Fernando Andreu (en la imagen) lleva el caso Bankia, además de las tarjetas opacas de Cajamadrid. Eso le ha convertido en el rey de los jueces estrellas, en un país que está deseando colocar a alguien en la picota, es decir, en plaza púbica para poder escupirle a gusto.
Y por ello existen jueces como Fernando Andreu. Un portento, decimos, un señor que coloca una fianza multimillonaria antes de que la propia juzgada, es decir, Bankia, entregue su informe financiero sobre la cuestión (al jurídico no le ha hecho ni caso). Está claro que don Fernando va más allá, se adelanta a los tiempos. Es decir, un portento.
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