Me parece bien que los altos cargos de inspección del Banco de España hayan presentado la dimisión y que la propia institución aplaude… aunque defiende a los suyos. Ahora bien, el problema es que la Audiencia Nacional y el juez Fernando Andreu ponen en peligro, no sólo la  inspección bancaria en España sino a todo el sector. Porque claro, si no puedes fiarte de las cuentas de un banco ni de los inspectores de esas cuentas, ¿te puedes fiar de la solvencia de los bancos españoles? Es el cainismo español. ¿Gobierno de los jueces? ¡Qué peligro! Hispanidad redaccion@hispanidad.com