La noticia dada a conocer por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), que denunció que 44 personas que integran las listas de EH Bildu en el País Vasco y en Navarra a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA, y siete de estas personas incluso estuvieron condenadas por asesinato, sigue dando que hablar.
El contexto es que el socialista Pedro Sánchez prometió que no iba a pactar nunca con Bildu. Pero mintió una vez más a los españoles porque en esta legislatura lo ha hecho en repetidas ocasiones.
En Navarra, la presidenta socialista María Chivite ya ha dado a entender que volverá a apoyarse en Bildu si los necesita para gobernar (que es lo que ha venido haciendo a lo largo de toda esta legislatura). Chivite lo justifica en que es "legal" que Bildu lleve a 44 etarras en sus listas, aunque, para disimular dice que "no le gusta".
El propio Sánchez, con gran cinismo, ha señalado sobre la inclusión de etarras en las listas de Bildu: "Es legal, pero no decente y merece el mayor de los reproches".
¿Y lo dices, Sánchez, después de haberte apoyado en Bildu para gobernar Navarra y para sacar leyes adelante a cambio de, por ejemplo, acercar presos al País vasco?
Claro, como estamos en campaña electoral del 28 de mayo, desde la aparición de la noticia, varios barones socialistas -el aragonés Javier Lambán, el castellanomanchego García Page, o el madrileño Juan Lobato-, están poniendo el grito en el cielo sobre lo que ha hecho Bildu. Pero no cuela, porque podían haber criticado mucho antes de la campaña electoral a su jefe, Pedro Sánchez, por lo anteriormente expuesto...