José Borrell (en la imagen) es un personaje inteligente de tendencias centrífugas. Acababa de presentar su libro Cuentos y cuentas de la Independencia. No lo hemos leído por lo que no podemos juzgarlo. Pero en declaraciones a La Vanguardia, resume su tesis: "El poder central libera, el poder local oprime". Pues no. Lo cercano nunca oprime porque al poder local siempre puedes impugnarlo, lo tienes a mano. Sin embargo, el poder central más grande puede prescindir de ti y se relaciona con el pueblo a través de intermediarios. El centralismo y el localismo siguen siendo la lucha de lo grande contra lo pequeño. Y ya se sabe quién oprime a quién. Otra cosa es que el nacionalismo se convierta en un credo religioso, que se deifique a la nación o a la patria. Eso sí que es un desastre. Pero Borrell no debe preocuparse: es agnóstico. Hispanidad redaccion@hispanidad.com