Para entendernos, Bárcenas (en la imagen) reconoce que manejaba dinero B en el partido (poca pena para él, mucha para Rajoy) pero asegura que el PP no cobraba por asegurar contratos a empresarios (lo que reportaría más pena para él). Pues la verdad, no se entiende a cambio de qué pagaban entonces los empresarios al PP ni de dónde salían los sobresueldos en B. La esencia de la corrupción consiste en un te doy para que me des. Ahora bien, si no me das nada; ¿para qué te lo voy a dar yo a ti?

De las contrataciones amañadas es de donde sale todo lo demás: los cobros en B, la elusión fiscal y la fuga de capitales y el falseamiento de cuentas. Pero si falla el primer escalón. Insistimos: en Hispanidad creemos que hubo sobres en B en el PP de Rajoy, el problema es el cuánto y si se trataba de una práctica habitual que pervertía la neutralidad de las adjudicaciones públicas o no.

¡Qué listo don Luis Bárcenas! Es lo que ocurre cuando tratas de defender tu posición y vengarte de quien te ha abandonado a tu suerte. Lo único que sufre es la verdad.

En cualquier caso, también insistimos: lo que preocupa a Rajoy tampoco es la verdad sino que el juez Ruz le impute y se ve en la disyuntiva de dimitir. Por cierto, ¿lo haría? A lo mejor sí, so riesgo de hundir electoralmente al PP (lo que, a lo mejor, no es tan mala noticia). Y conste que resulta injusto, porque la imputación no debería forzar la dimisión sino las condenas, pero…

Bárcenas es un leguleyo aficionado que busca venganza.  

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