La violencia machista es la “violencia primera, de la que dependen todas las demás”, ha dicho Carmen Calvo. Mentira, la violencia primera es la violencia feminista, en concreto, el aborto que ha sido el gran objetivo histórico del feminismo.
Este sí es el gran problema: la muerta del ser más inocente y más indefenso, mucho más que la mujer: el concebido y no nacido.
Solo avanzamos cuando hacemos el trabajo desde el origen de nuestros niños y nuestras niñas: o sea lavarles el cerebro a los más pequeños desde la cuna.
El gran sentido la vida, el gran sentido ético de la humanidad, según Calvo, es la violencia contra la mujer y el logro la igualdad. Pues no, en tal caso, el logro de la igualdad entre todos los seres humanos, sean hombres o mujeres. Pues mire, no: la ética no sabe de sexos, solo de personas,
De todas formas, esta señora es muy alegre: llama a la guerra entre media humanidad contra la otra media.