Parece que a la alcaldesa madrileña se le ha olvidado que también los minusválidos deben tirar la basura en los contenedores. Y que, aunque parezca una obviedad, los contenedores deben ser accesibles.
¿O cómo piensa Manuela Carmena que, por ejemplo, una persona en silla de ruedas va a pisar el pedal para abrirlos? Eso, suponiendo que los minusválidos puedan llegar hasta ellos, porque por la colocación de los coches aparcados en batería, los contenedores no se ajustan a las aceras y, por lo tanto, no son accesibles.
O sea, que además de tener, casi, que hacernos un curso para saber dónde depositar cada residuo; orgánico, plástico, papel…que encima te lo pongan difícil, simplemente, para tirar la basura.
Pero, Carmena llega mucho más allá. Colapsará Madrid, cuando se cierre el túnel de Recoletos, entre Atocha y Chamartín. Se quedarán sin servicio las líneas de cercanías C-1, C-2, C-7, C-8 y C-10 entre ambas estaciones, desde junio hasta noviembre.
Al final, resulta que ser una ciudad ‘verde’ significa complicar la vida al ciudadano. Por de pronto, este verano en la capital, promete.