Doña Manuela Carmena (en la imagen), la abuela de todos los madrileños (¡Abuelita, abuelita, qué dientes más grandes tienes!) además de alcaldesa capitalina, nos instruye y aconseja: no está bien que los señores lleven corbata hasta en verano, con el calor que hace. Al parecer, doña Manuela sólo acepta las corbatas en invierno. Señora Carmena: ¿acaso no sabe usted que un caballero nunca tiene calor? Hay otros aspectos menos relevantes pero que merecen atención. Por ejemplo, tras prescindir de las agencias de riesgos ahora quiere prescindir de las cuatro grandes auditoras mundiales, las 'big four', es decir Deloitte, KPMG, E&Y y Price, a la hora de auditar a las empresas y otros departamentos municipales. Se le han echado encima. Muy mal. La decisión de Carmena es buena y ojalá fuera secundada. ¿Por qué hay que acudir siempre a los oligopolios? La ley le obliga a auditar pero Manuela no quiere hacerlo con los grandes. Estupendo. Ahora bien, su alternativa es que esa labor de auditoría la realice la Universidad Complutense, no porque sea universidad sino porque es pública. Y porque para Podemos lo público es bueno, lo privado es malo y no se hable más. No hombre no. Nos parece bien que despida a cuatro grandes auditoras pero no las sustituye por una universidad, que no tiene experiencia para el trabajo, sino por una auditora pequeña, las hay muchas, a ser posible española. Como nuestra abueltia es progresista es difícil que se meta esto en la cabeza, pero debe hacerlo: lo malo, lo abusivo, no es ni lo público ni lo privado, lo abusivo es lo grande y lo que hay que fomentar para defender al más débil es lo pequeño, sea privado o público. Hispanidad redaccion@hispanidad.com