Las guerras siempre empiezan en el interior de los corazones de los hombres. Para ser exactos, toda guerra comienza en el corazón de cada hombre. Por eso, de poco valen los tratados de paz entre los políticos. Ningún acuerdo de paz traerá la paz colectiva si el individuo continúa odiando y si se propicia la mentira sobre lo que se debe odiar y lo que se debe amar. Por eso, el tratado de paz del presidente colombiano, Juan Manuel Santos (en la imagen) con la guerrilla FARC es un tratado fallido. Aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, ha servido para introducir en Colombia la ideología de género: feminismo, matrimonio desamorado, aborto, homosexualismo y cristofobia. No se entiende por qué pero lo cierto es que Santos lo ha hecho. Con ello no habrá paz en Colombia, porque la paz empieza en el interior de cada ciudadano, no fuera. Hispanidad redaccion@hispanidad.com