"Quien no entienda que España es un país de países no va a ser capaz de construir fraternidad". Palabras de Íñigo Errejón, número de dos e intelectual orgánico de Podemos. Pero hijo, ¿cómo se puede ser tan cursi? ¿Construir fraternidad? Además, ¿qué tiene que ver la autodeterminación, que tiende a la separación, con la fraternidad que habla de unión? Sabemos que Podemos no es otra cosa que Hugo Chávez. Y todos somos conscientes de que Chávez era un tirano peligroso, capaz de matar a quien hiciera falta. Ahora bien, no era una hortera como sus imitadores hispanos, el pedantón de Pablemos y el cursi de Errejón. Mientras, la obra de Chávez es la misma que planean para España el pedantón y el cursi con las horas de cola para conseguir productos básicos con los que no pasar hambre. Ahora unan ambos elementos y encontrarán  a un Errejón que lloriqueaba -más cursi que un repollo con lazo- en la muerte del comandante bolivariano, oh sí. El peligro es que los cursis también pueden tiranizar a los pueblos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com