Desde el más absoluto sobrecogimiento por la muerte de las tres mujeres en Pontevedra, madre, hija y hermana y pensando en los dos niños que lo presenciaron todo, me planteo una cuestión. ¿No será lo que empuja a un hombre a matar a una mujer la degeneración del amor en odio? Y sigo dándole vueltas al tema… Leo el caso del hombre fallecido en Zamora, presuntamente asfixiado por su mujer en lo que los medios que se hacen eco -y no durante mucho tiempo- denominan un caso de violencia doméstica. Para mí es, al final , otro caso en el que se derrota al amor y triunfa del odio.
¿O tenemos que hablar necesariamente de violencia machista? Y si es la mujer quien mata al hombre ¿será violencia feminista? Al final, se trata de la muerte de una persona a manos de otra. Sin género.