Esto es lo que consiguió el gran Obama: dar aire a la dictadura cubana de Castro mientras la libertad no mejoraba ni un ápice en la isla. Ahí tienen la respuesta de Raúl Castro (en la imagen): "Cuba no tiene que recibir lecciones de derechos humanos de nadie". Es cierto, de hecho, el dictador no la admite. Mucho me temo que, como ocurre en Venezuela, sólo la propuesta -y esta, no nos engañemos, siempre genera violencia- servirá para derribar al dictador y hermano de uno de los dictadores más asquerosos de siglo XX: el alabado Fidel Castro. Precisamente, porque Cuba fue una provincia de España, precisamente por eso, España de volcarse con los cubanos y arremeter contra Raúl Castro. Hispanidad redaccion@hispanidad.com