Si en pleno invierno te subes a tu coche y la temperatura dentro del vehículo es casi gélida, ojo, quizá tengas que sacrificarte y conducir sin abrigo. Eso siempre que la prenda sea voluminosa. La DGT y su director Pere Navarro -siempre velando por la seguridad- ha incorporado al catálogo de sanciones una nueva -majadería-: 200 euros por conducir con abrigo.
Según publica el diario Sur, la falta de movilidad puede afectar a la seguridad del piloto al igual que sucede con el zapato inadecuado. Aunque en el código de circulación no existe un apartado donde regule el llevar abrigos al volante, por ejemplo, la norma más parecida que afecta a la vestimenta del conductor es la que dice que el conductor debe llevar «ropa que le permita libertad de movimientos y garantice su seguridad». Recuerden, el dilema que nos plantea la DGT es muy sencillo: ¿seguridad o salud? ¿Me aseguro de que el cinturón funcione en caso de accidente o -directamente- me cojo una neumonía -pero salvo mi vida ante una colisión-? Esa es la cuestión.