El dictador norcoreano, Kim Jong-un, ha decidido paliar la crisis alimentaria que padece su país -algo muy extraño, porque es un régimen comunista-, confiscando todas las mascotas que son principalmente perros. Y es que, para Kim, los animales domésticos son una moda “contaminada por ideología burguesa”.

Muchos temen justificadamente, que esas mascotas sean sacrificadas para alimentar a la población. Sin duda, un final muy triste para miles de perros y que, de momento, no han encontrado apoyo en el flamante director general de Protección Animal, Sergio García Torres, dependiente del ministerio que dirige el también comunista Pablo Iglesias.