Y Rivera, tan pancho, se hace de más de rogar todavía: también calienta motores antes de la reunión con Rajoy. Un día después de la sabrosa -por previsible- encuesta del CIS, Javier Maroto, no el de la moto, ha sido el mensajero del PP para presionar a Ciudadanos y decirle que se decida de una vez. "No decimos que no a nada", ha insistido, y así se lo dirá mañana Rajoy a Rivera, por lo que podrán llegan en pocos minutos a un pacto con el PP en las mismas condiciones que lo hicieron con el PSOE. Pero todo ese plan se puede ir a hacer gárgaras porque está dando por supuesto, en el peor de los casos, que Ciudadanos pase de la abstención al sí, lo que permitiría al PSOE pasar del no a la abstención. De momento, tampoco Ciudadanos se baja de la burra, aunque ha decidido adelantar algo con una comparecencia sorpresa, por decirlo da algún modo, antes de su entrevista con el presidente del Gobierno y tras la reunión de la Ejecutiva de su partido. Lo más preocupante, en cualquier caso, es el hartazgo que está sintiendo el ciudadano de a pie por la falta de liderazgo de sus políticos, que se mide, ahora, en la incapacidad de resolver el bloqueo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com