El confinamiento al que estamos sometidos está cambiando nuestra forma de relacionarnos, también en lo que a relaciones sexuales y citas se refiere. Servicios como Tinder y Bumble están empezando a incorporar funciones de videochat y las ventas de juguetes sexuales teledirigidos no paran de aumentar
Bumble Users Relying Video Chats During Coronavirus Quarantine https://t.co/fGU1JSvHoO
— TMZ (@TMZ) March 23, 2020
Las videollamadas sirven para lo que algunos solteros definen como "comprobar la chispa", algo que les permite detectar si hay química en un contexto más allá de los mensajes graciosos.
Según la publicación MIT Technology Review, el coronavirus no solo está cambiando las normas en torno a las citas: la tecnología sexual también es cada vez más popular. Esto se debe bastante a los efectos de la cuarentena, según el investigador del Instituto Kinsey Justin Lehmiller. Aunque el coronavirus y el resultante confinamiento aún son demasiado nuevos para permitir un verdadero análisis, cree que está claro que los tiempos extraños que estamos viviendo están cambiando nuestro comportamiento. La gente está probando los últimos dispositivos sexuales, visitando clubes de striptease de realidad virtual, asistiendo a fiestas sexuales de Zoom e incluso buscando en PornHub -cuestionada por difundir vídeos de violaciones y abusos a menores- cosas tan específicas como vídeos caseros que fetichizan el coronavirus.
La fundadora de la empresa de juguetes sexuales Unbound Babes, Polly Rodríguez, afirma que, cuando surgió el coronavirus, las empresas de tecnología sexual tuvieron problemas. Muchos juguetes sexuales se fabrican en China, por lo que la cadena de suministro se vio muy afectada.
Pero la demanda sigue siendo alta. Cuando aparecieron los primeros pacientes con coronavirus en EE. UU., Unbound Babes aumentó su pedido de vibradores y paquetes de condones, cuya venta aumentó un 30 % en la primera semana de marzo y un 40 % en la segunda semana. Rodríguez añade: "Esta suele ser nuestra época más lenta del año. La gente empieza a almacenar y a anticiparse, ya que esto tardará un tiempo".
Lehmiller cree que esto se puede atribuir a la demografía: "El porcentaje de personas solteras es más alto hoy que nunca. La cantidad de personas que no viven en pareja o casados es mayor que antes".
Y a lo peor, tambien esto ocurre porque nos hemos vuelto un pelín cochinazos, vulgo guarros.