Ahora, tras reconciliarse con Rusia -que sí ha hecho retroceder al Estado Islámico-, dice que reanudará los ataques contra los yihadistas. Nadie sabe si habrá un antes y un después de la visita del presidente turco a Putin en el oscuro juego de Turquía en el agitado tablero de Siria e Irak. Recuerden que mosqueó seriamente a la OTAN por sus bombardeos contra los kurdos en Irak, los más eficaces en tierra contra los yihadistas del EI. Y también a los rusos, después, tras el derribo, en noviembre, de uno de sus aviones en la franja la franja fronteriza con Siria. Ahora, tras el encuentro en Moscú, el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, dice que "todos debemos luchar juntos contra el Daesh" y que Ankara "va a participar activamente en las operaciones con sus aviones". ¿Hay una propuesta sobre la cooperación sobre la mesa? Los turcos dicen que sí. O ¿vuelve a jugar con doble rasero? Porque hay dos realidades entrecruzadas: que ha aflojado su participación en el conflicto en las últimas semanas, por un lado, y que sigue a regañadientes con la OTAN por la retirada de los misiles Patriot en 2015. Hispanidad redaccion@hispanidad.com
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Erdogan, una farsa interminable
12/08/16 12:22
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