Se conoce como All Fours Running. Y se define como una vuelta del ser humano a la naturaleza -claro, con tanta lucha contra el cambio climático, la protección del planeta, pues el hombre se siente uno más del ecosistema- volviendo a andar por el mundo como nuestros ancestros -los monos- a cuatro patas.

Anda, trotar o correr apoyados en nuestras cuatro extremidades, intentando mantener, de una forma o de otra, siempre la columna paralela al suelo, así como la llevan la mayoría de cuadrúpedos. Perderemos comodidad, visibilidad, y velocidad, pero, bueno, estaremos más cerca de seres tan nobles como los animales de carga, Tarzán… o los monos, por supuesto.

De hecho, ya existen atletas top en esta modalidad, que cuenta con su propio récord Guinness. Kenichi Ito, de Tokio, levantó el premio en 2015 tras batir la marca mundial de los 100 metros más rápidos galopando a 20 uñas. No se pierdan con el cálculo, las 20 uñas de las cuatro extremidades... Ya no sabemos a qué dedicara nuestra capacidad para pensar... ¿o es que ya no nos queda de eso y de verdad estamos volviendo al mono?