Como papanatas ante el estafador de feria nos  hemos quedado en Madrid con el anuncio de la nueva megainversión de ocio. Es verdad que el nuevo Eurovegas es menos ludópata que el anterior. Lo cual tiene su importancia, porque el juego está en el origen de la explosión de prostitución, la droga y el matonismo, pero no deja de ser más de lo mismo. Se nos habla de miles de puestos de trabajo pero son cifras manipuladas. No por la calidad de los puestos sino por su duración. Añadan a eso el colapso de Madrid y, sobre todo: ¿por qué tienen que enseñarnos a divertirnos los norteamericanos? Con lo sosos que son. Algunos somos especialistas en huir de los centros de ocio para pasar nuestros ratos de ocio. Hispanidad redaccion@hispanidad.com