La Fiscalía de Madrid solicita un año de prisión para Ana Isabel Q.D. y otros seis meses para su madre Ascensión D. B. por no respetar el perímetro de seguridad que la Guardia Civil había colocado entorno a la vivienda de Pablo Iglesias e Irene Montero, en Galapagar. O sea, 'jarabe democrático' pero esta vez, con el vicepresidente y la ministra de Igualdad en el papel de 'escracheados'. 

Según La Razón, ambas se aproximaron a los agentes gritándoles a escasos centímetros de sus rostros, “prescindiendo del uso de la preceptivas mascarillas” -premeditación y alevosía- e incluso les propinaron golpes con las manos en el pecho “motivo por el cual, los agentes, tras informarles de las consecuencias legales de su comportamiento, comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona”.

Sin embargo, en un momento dado, Ana Isabel Quiroga trató de acceder de nuevo a la zona de seguridad “con la intención de aproximarse a la vivienda”. Allí fue interceptada por un agente “quien le cortó el paso, cayendo ésta al suelo, momento en que la misma, al tiempo que le decía “hijo de puta”, intentó agredir con el bolso al agente en el rostro, golpe que este esquivó, tras lo cual, la acusada le lanzó patadas que impactaron en las botas y tibias del citado agente, sin causar lesión alguna”.

Y del 'jarabe democrático' a la expulsión de Teresa Rodríguez del grupo parlamentario de Adelante Andalucía en el Hemiciclo autonómico en plena baja por maternidad. Jesús de Manuel, Secretario de organización de Podemos en Andalucía pide que el asunto "se vea como un problema de salud democrática". "Le puede pasar a cualquier otro partido. Esa es la razón por la cual en Madrid se está negociando una nueva versión del pacto antitransfuguismo". Menuda 'farmacia' que se ha montado Podemos.