La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tras días de silencio sobre la adquisición por parte del Ayuntamiento de un coche de unos 50.000 euros de precio básico para que se sea su vehículo oficial, ha dado ‘explicaciones‘ en redes sociales.
Colau ha dicho en su perfil de Twitter que “hay una campaña de la derecha con la que difunden que me he comprado un coche oficial: FALSO El Ayuntamiento está renovando toda su flota de vehículos de ALQUILER para sustituirlos x coches eléctricos o híbridos, incluido el coche de seguridad de alcaldía“. Solo faltaba que el coche fuera suyo particular, pagado por el Ayuntamiento. Pero es ella quien lo disfruta.
❗️Hay una campaña de la derecha con la que difunden que me he comprado un coche oficial: FALSO
— Ada Colau (@AdaColau) April 26, 2020
El Ayuntamiento está renovando toda su flota de vehículos de ALQUILER para sustituirlos x coches eléctricos o híbridos, incluido el coche de seguridad de alcaldía.
Basta de fake news! pic.twitter.com/mSirUoIkfN
En su ‘desmentido’ no ha negado que se haya escogido un vehículo de casi 50.000 euros de precio, y su gran argumento es que no es “comprado”, sino que es un renting, y lo define como “coche de seguridad de alcaldía”. Como si eso no tuviera un coste importante a medio plazo para el Ayuntamiento. Barcelona en Comú prometió en 2015 que eliminaría los coches oficiales.
Y hablando de coches, Janet Sanz, la segunda teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, que la semana pasada defendió «evitar» la reactivación de la industria del automóvil tras la crisis del coronavirus, tiene un coche Volkswagen, uno de los fabricantes que más contamina según un informe de Greenpeace.
Se trata de un Volkswagen Golf Highline 1.6 matriculado en el año 2002 y adquirido en 2015, tal y como consta en la declaración de bienes de Janet Sanz y que se encuentra publicado en la web del Ayuntamiento de Barcelona. La culpa la tiene Volkswagen, si no lo hubiera fabricado, ella no se lo habría comprado.
De todas formas, Janet no tiene que preocuparse... seguro que Ada le regala el suyo -muy ecológico- cuando lo cambie. ¿Pagará el ayuntamiento?
¡Pero qué cara más dura tienes Ada!