Lo dicen ellas mismas: como no se meten en política, Greenpeace, Amnistía Internacional y la muy cristiana -al menos de origen jesuítico- Intermon Oxfam, presionan al Gobierno Rajoy que cambie la Constitución para la incorporación de derechos humanos. Porque, según estas nada sectarias ONG, resulta que no hay derechos humanos de primera y de segunda. Pues sí que los hay: los derechos humanos de segunda generación no son derechos universales. Son derechos -por ejemplo, los derechos reproductivos, es decir, el derecho a matar- y otros, como el derecho a la vivienda, al trabajo, etc., que no se pueden asegurar si no es con el robo de la propiedad privada de los esforzados en favor de los vagos que funcionan bajo el principio de gratis total. Pero los derechos que más les gustan son los llamados derechos reproductivos. Ya saben: asesinar al ser más inocente y más indefenso: el concebido pero aún no nacido. Hispanidad redaccion@hispanidad.com