Entre un número, naturalmente incontable, de defectos, a los Botín no se les puede culpar de dejarse llevar por el tópico. Pero el poder de los políticamente correctos es tan feroz que esta vez ha alcanzado a la mismísima presidenta del Grupo Santander, Ana Botín.
Y así, con motivo de la presentación de resultados del primer trimestre, doña Ana habla de “crecimiento inclusivo y sostenible”. Lo de inclusivo hace relación al justo reparto de la riqueza. En efecto, puede haber crecimiento económico a favor de unos y en contra de otros. Incluso en contra de la mayoría.
Ahora bien, lo de ‘sostenible’ no se sostiene por parte alguna, créanme. ¿Acaso existe el desarrollo insostenible? No. Lo que ocurre es que el eco-panteísmo impone un crecimiento donde el hombre se subordina al planeta y encima se miente sobre el presunto daño que el hombre hace al planeta.
Ana Botín, presidenta de uno de los mayores bancos del mundo, no debería caer en las estafas del desarrollo sostenible.