Las mujeres ya pueden votar en Arabia Saudí, al menos en elecciones menores. No sólo eso, pueden ser elegidas. ¡Avance poderoso! Incluso una de ellas ocupará cargos en La Meca, no sé adónde vamos al llegar. Eso sí, no pueden dar mítines donde asisten hombres ni mostrar el rostro pero en Ryadya pueden certificar que existe sufragio universal y por tanto, una democracia legitimada. Si hay elecciones libres, hay democracia. ¿O no? Los neocomunistas, por ejemplo, los chicos de Podemos, hacen lo mismo. Ya no se conforman con utilizar medios democráticos para llegar al poder y cargarse luego la democracia. Todos, incluso Podemos y los chavistas, se han vuelto gramscianos: quieren legitimarse en las urnas y, una vez llegados al poder, seguir legitimándose en ellas… generalmente, con un previo lavado de cerebro colectivo para que la gente vote lo blanco negro y lo negro blanco. Mismamente como hizo Hugo Chávez, que permaneció en el Gobierno ganando no menos de cuatro elecciones. ¿Era un demócrata? Naturalmente que no, es un tirano majadero y peligroso que ha convertido Venezuela en una cárcel llena de miseria. El neocomunismo -y cualquier tiranía- son nuevos porque han cambiado el método, que no sus repugnantes objetivos. Sencillamente, el paradigma universal consiste en que si hay elecciones libres, hay democracia. Pues hagamos elecciones libres y manipulemos la libertad hasta retorcerla en nuestro favor. Las redes sociales, por ejemplo, constituyen un buen elemento manipulador, pero no es el único. En resumen, el ejemplo saudí: hay sufragio universal, no hay pucherazo, hay elecciones libres… pero no hay democracia. La democracia es el respeto a los derechos humanos y las libertades de todos y cada uno, pertenezcan a la mayoría o la minoría. Es decir, es mucho más que el Gobierno de la mayoría y mucho más que unas elecciones por muy libres que sean.    Hispanidad redaccion@hispanidad.com