Probablemente, India sea el país más machista de la tierra. Hablo del verdadero machismo, no del machismo al que aluden las feministas españolas.
El país ya roza los 1.100 millones de habitantes y es la cuna de la inacción panteísta, tan adorada por los estúpidos que pululan por Occidente y que, naturalmente, no podía ser sino el credo más repugnante de la tierra.
En ese caldo de cultivo, la mujer, físicamente más débil que el hombre, tiene todas las de perder. Y no es ajeno al hecho de que las violaciones sean algo habitual en las India y que le castigo de los ultrajadores quede, tantas veces, en nada y menos que nada.
Si hay una sociedad en la que la mujer pinte poco, es en India, segundo país más poblado del mundo.
Esto es lo urgente en la India, no el reconocimiento de las relaciones homosexuales.