Durante su intervención en la comisión de Igualdad, la ministra Irene Montero ha esbozado las líneas generales que tratará de poner en marcha al frente de su departamento. Y, ¡hete aquí! que ha sido entonces cuando hemos descubierto sus inquietudes, sus desvelos, sus más profundas preocupaciones. Entre ellas, investigar y mejorar los indicadores relativos a la xenofobia, la islamofobia, el antisemitisno y el antigitanismo.
De la cristofobia -que aumenta cada vez más- ni palabra. Es más, pretende alentarla.