Sí, es un país pequeño pero es, también, un país en permanente lucha por la supervivencia y un pueblo de historia irrepetible, que ha conseguido superar 2.000 años de diáspora e innúmeras persecuciones… porque era el pueblo elegido por Dios.

Israel sólo necesita unos 120 miembros en una cámara (Knesset) marcada por la inestabilidad desde 1948. Quiero decir que aquí nos asustamos porque puede romperse el bipartidismo en un Congreso (más Senado) de 350 miembros mientras que en Israel cada Gobierno es una coalición, a veces de elementos difícilmente casables. Y más: el sistema de elección israelí es ferozmente proporcional. Es decir, más justo que el nuestro, con tendencias mayoritarias, es decir, destructoras de la representatividad.

Y todo eso quiere decir que no es la matemática electoral lo que une a los países sino un sentimiento común de unidad. Y cuando ese sentimiento antes llamado patriotismo, existe, el sistema puede ser el que ustedes quieran.

No se preocupen, Netanyahu acabará por formar gobierno.

Hispanidad

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