¿Qué pasa, que después de soportar la ley más injusta y más feminista -una reiteración- de las últimas décadas -la ley contra la Violencia de Género- encima el varón no puede denunciar a la mujer en legítima defensa?
Cuando, además, una buena parte de las demandas por violencia de género son efectivamente, falsas. A la propia Álvarez se la ve el plumero cuando denuncia que hay juzgados donde se archivan un 90% de las demandas por maltrato. ¿Por qué será? A lo mejor porque son falsas. Y conste que la mayoría de los juzgados que tratan esta cuestión están en manos de juezas, no de jueces.
Pero nuestra diputada feminista se rasga las vestiduras de nuevo y exhala: ¿Se obliga a las mujeres al despropósito de que los pequeños vean a su padre maltratador? O sea, que lo que tiene que hacer el Estado es condenar a un hombre a no ver a sus propios hijos. Claro, que llueven las denuncias contra las mujeres miserables que no dejan a sus ex ver a sus hijos. Y más que las demandas deberían llover las condenas. ¿Qué está diciendo la diputada Álvarez? ¿Que la mujer tiene patente de corso para no cumplir las sentencias y que encima el perjudicado debe ver conculcado su derecho a reclamar dicho cumplimiento? Al parecer sí.
¿Y qué hizo el ministro Catalá? Pues asegurar que hace todo lo posible para luchar contra el terrorismo machita. Dí que sí, Lionel.
Hispanidad
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