YouTube vuelve a protagonizar titulares por su nueva medida: desactivará los comentarios de los vídeos protagonizados por niños en un intento de aplacar la negatividad de la red. Ahora bien, podrán seguir subiendo contenidos y difundiéndolo a través de las redes sociales. He aquí la doble moral de la plataforma: permito que generes vídeos -lo cual me viene muy bien para ganar usuarios y dinero- pero nadie podrá comentar -para bien o para mal- sobre aquello que publiques.
Recuerden el caso del comisario italiano, Rocco Buttiglione, que se empeñaba en actuar como un cristiano en la Unión Europea y que, por tanto, fue bloqueado y no pudo acceder al cargo. Fue entonces cuando Enrique Barón soltó su grandísima chorrada: “se puede decir todo pero hay cosas que no se pueden decir”… consejo que YouTube, por lo visto, cumple a rajatabla. Pero eso sí, sigue ganando dinero con los vídeos de menores.
Por cierto, la misma plataforma que censura críticas deja pasar vídeos que incitan al suicido. Y es que el “reto momo” se ha convertido en uno de los 'challenges' (retos o desafíos) más vistos por los jóvenes. Consiste, nada menos, que en agregar en WhatsApp a un número -que no se sabe quién gestiona- con el que hablas y te incita a llevar a cabo actos como ponerse un cuchillo en el cuello. Y estos vídeos sí que se pueden comentar.