Lo último de RTVE en su campaña anti-Trump: los grandes electores, es decir, los representantes del voto popular por Estados, se reúnen para ratificar su voto del pasado mes de noviembre. Es decir, un mero trámite burocrático, el último, de las elecciones norteamericanas, trámite que nunca mereció atención por parte de los medios. Pero ahora sí. Se trata de forzar las urnas para que Trump no llegue a la Presidencia. Y el cronista de RTVE nos explica que uno de los votos electorales republicanos por Texas (ojo al dato: un mero representante del voto popular) dice que no va a votar a Trump. Es decir, que va a estafar a todos sus representados. Y el cronista de RTVE aplaude. Asegura que es sólo uno (sólo un estafador) mientras que se necesitarían 37 para invertir la cuestión. Es decir, para falsear los resultados. Todo ello en medio de un jaleo mediático (los grandes medios gringos están muy cabreados con Trump porque les ha hecho quedar como idiotas en sus previsiones) que habla de manifestaciones en todo el país en las que sólo falta gritar aquello de "Michelle (Obama, of course) presidenta". Y atención a lo que apunta la locutora, no de La Sexta, sino de RTVE: y aunque los compromisarios "han recibido instrucciones de votar en conciencia, no se esperan sorpresas". Al cronista sólo le faltó añadir: ¡Lástima! Ojo al dato, eso significa dos cosas: una, que se está alentando el fraude, el golpe de Estado civil, el pucherazo contra un triunfador que no gusta a la elite. Dos: que se está presionando a unos electores presidenciales cuyo único cometido es traducir el voto popular. Ni más ni menos. Pero oiga, si hubieran votado en conciencia, hubieran votado por Hillary. ¿Cómo lo saben? Y hasta el 6 de enero, cuando se confirmen los resultados, y hasta el mismísimo 20 de enero, en que jure el cargo, el golpe de Estado Civil del Nuevo Orden Mundial (NOM) continuará. Y hablamos del cargo más poderoso del mundo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com