Europa tiene un problema. Se llama Luxemburgo. País fundador de la Unión, que nos ha aportado -lagarto, lagarto- al actual presidente de la Comisión, señor Juncker. El problema es que el Gran Ducado es un paraíso fiscal que engaña a sus socios y que, encima, impide desde hace un cuarto de siglo la homologación fiscal europea. Pero nadie le dice nada. Es socio fundador. Hispanidad redaccion@hispanidad.com