Buena es la idea de Mercadona y Eroski de elevar el precio de la leche, pero ahí falta un eslabón vital de la cadena: el precio al que las centrales lecheras compran a los ganaderos. Porque claro, si subes los precios para el consumidor puede ocurrir que la industria manufacturera pague más al ganadero o que gane más a costa de las grandes superficies.   No, el postulado precio mínimo de la leche -sí ya sé, es ilegal, así que, llamémosle de otra forma- debe aplicarse a las centrales lecheras. Y también hay que frenar la huida por la vía de la importación. Que puede hacerse en Bruselas porque parte de la leche que llega a España está adquirida a pérdidas, lo cual es aún más ilegal que el precio mínimo. Sí, ya sabemos que Mercadona también compra al ganadero, a tener marca propia, pero no representa al conjunto de sector. Hispanidad redaccion@hispanidad.com