El euribor bajó al 0,128% en octubre. Es decir, que no hay interés en los tipos de interés. No sólo eso: los inversores se enfadan porque el Banco del Japón no ha comprado toda la deuda del mundo, sólo una barbaridad. Es decir, el problema no es que vivamos en un océano de liquidez es que, además, nos gusta inundar cualquier pedacito de tierra que se haya salvado del tsunami. Llevamos ya más de 10 años, desde el ínclito Alan Greenspan (en la imagen), cuya brillantez corría pareja al desastre de su gestión, inyectando más liquidez en el mercado y sembrando la irresponsabilidad en dos colectivos. Los políticos que emiten deuda pública y los intermediarios que especulan con deuda privada. Y así seguimos, terminando una crisis y comenzando otras. Por la misma razón: fabricamos más dinero que bienes y servicios. Y eso no puede ser. Hispanidad redaccion@hispanidad.com