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Lucía Caram. En un laico, la soberbia muere 24 horas después del sujeto. En un cura, hay que esperar 48
02/02/17 13:42
Lucía Caram (en la imagen), la monja petarda, no se acaba de disculpar porque no hay nada más soberbia que la clerecía soberbia.
Ya saben, el voto más difícil es, con mucho, el de obediencia. En los laicos, la soberbia muere 24 horas después del fallecimiento del sujeto agente, en curas y monjas, hay que esperar 48 horas.
Ha hecho bien el obispo de Vic en desautorizar a la monja petarda, porque recuerda a aquel importante canónigo, tan alabado durante la Transición, quien aseguraba: "no cuelgo los hábitos porque desde dentro puede hacer mucho más daño". A la Iglesia, se entiende.
Hispanidad
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