La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, es como una comunista, pero adolescente y bastante mentirosa.
Mañana del miércoles 27 en la A5, carretera de Extremadura, una de las grandes vías de entrada en la capital. La inefable alcaldesa se ha empeñado en convertir los últimos 9 kilómetros hasta la Puerta del Sol en una calle urbana. Se trata de una entrada de ocho carriles, ya bastante colapsados en hora punta. Si reduces carriles y colocas semáforos y radares, conseguirás un colapso permanente aunque, eso sí, cobrarás muchas multas.
Hoy, Carmena ha organizado un caos de los que hace época, y eso que su gran proyecto aún está en pruebas. A lo mejor es porque no puede convertirse una carretera nacional en una calle urbana, aunque lo de ‘calle urbana’ suene muy democrático.
¿Y dónde está la mentira? Pues la mentira radica en que, si usted es una persona normal y protesta al servicio de atención al ciudadano del Ayuntamiento de Madrid, le responderán que este caos lo han pedido las asociaciones de vecinos, cuestión asimismo muy democrática.
Y es posible: las asociaciones de vecinos están casi todas controladas por podemitas majaderos, que son los que reciben las subvenciones la alcaldesa y los que se dedican a organizar, por ejemplo, festejos de rock duro que casi nadie desea… entre otras cosas porque no dejan dormir a los vecinos.
Fastidiando al ciudadano. Todo muy democrático, como creo haber dicho antes.
Eres grande, Carmena. Madrid hecha una guarrada, Madrid colapsada y Madrid enervada. Esta señora tiene que seguir al frente de la municipalidad. Además, es igual: ella nunca rectifica.