Manuel Arroyo es un ejecutivo español que sabe vender Coca-Cola, pero no aceite, como ha demostrado en su trayectoria profesional. Ahora acaba de ser nombrado nuevo director global de Marketing de la multinacional de Atlanta, sustituyendo al mexicano Francisco Crespo, quien dimitirá el próximo 1 de enero.
Se da la paradoja de que no será el primer español en dicho puesto: ya lo desempeñó Marcos de Quinto, de quien Arroyo fue número dos cuando el hoy diputado de Ciudadanos era director general de la marca en España. Arroyo lleva trabajando para Coca-Cola desde 1995, pero con pequeñas aventuras en otras compañías entre 2014 y 2016 en la empresa de gran consumo SC Johnson & Son y en Deoleo, el líder mundial en aceite de oliva. En esta última, recuerden que sólo estuvo 15 meses y fue despedido. Esto demuestra que se le da mucho mejor el famoso refresco que el oro líquido.