El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha afirmado que "no podemos oponernos" a la construcción de centros de culto de otras religiones, como sinagogas o mezquitas. Está muy bien que defienda el levantamiento de edificios religiosos de otras confesiones distintas al cristianismo, pero sólo cuando exista reciprocidad, sobre todo, en el caso de las mezquitas. Es decir, estas se pueden construir en España, pero sólo cuando en los países árabes se puedan edificar iglesias. Sin embargo, parece que monseñor Martínez Sistach no se termina de aclarar. Y es que tras señalar en un primer término que "no podemos oponernos", ha reclamado "equidad y equilibrio" en el trato a las confesiones porque "es lo más eficaz para respetar la dignidad de toda persona humana y la convivencia social". Este segundo planteamiento es mucho más acertado que el primero, pues debemos recordar que la libertad religiosa es un principio no negociable y un derecho fundamental del ser humano. Hispanidad redaccion@hispanidad.com