Le ha quedado muy bien al ministro de Economía, Luis de Guindos (en la imagen), eso de que Bankia no se nacionalizó para salvar a los banqueros sino a los depositantes. No hombre no. Con 24.000 millones de euros se ha salvado a depositantes, preferentistas, titulares de deuda subordinada, y a todo aquel acreedor de Bankia. Incluso, me temo, dado el devenir de las cosas, que también hay que indemnizar a los accionistas.
Por cierto, no es esa la doctrina imperante en Europa y que se pretende convertir en norma paneuropea de actuación. La doctrina es que el depositante recupere 100.000 euros por cuenta corriente. El depositante y nadie más. Porque el resto de los citados, también los preferentistas, pues lo siento mucho, pero no son ahorradores, son inversores. ¿Que a algunos les engañaron? Bueno, pues para eso están los tribunales.
Así que ya lo saben: si un banco entra en crisis nada de nacionalizarlo: se paga 100.000 euros al depositante y se cierra la entidad.
Hispanidad