Buen análisis sobre la consecuencia de la emisión excesiva de moneda, principal causa de la crisis de 2007. Y la cosa no tiene visos de parar: hemos creado un océano de liquidez que ha devaluado toda la economía mundial. Ahora  bien, ese océano de liquidez continúa: no ha cambiado desde 2007. No, a esa situación de devaluación mundial hay que introducir el lamentable esquema de los países emergentes, una sobreproducción basada en salarios de miseria. El océano de liquidez ha devaluado el precio de los bienes y servicios. El sistema de la explotación laboral chino o indio, aunque hay más ejemplos, ha evaluado el factor trabajo. Si a la obsesión por aumentar la liquidez, la deuda de los Estados y la especulación financiera, nacidas en Estados unidos, le unen la explotación laboral de la que China es el arquetipo, tenemos la tormenta perfecta. Eulogio López eulogio@hispanidad.com