Merece la pena mencionar como un nuevo éxito del Gobierno Sánchez la consulta médica telefónica, pero ojo, porque no es apta para urgencias. Como decía el humorista José Mota, ¡hoy no, mañana!
Muchos de los centros de atención primaria continúan cerrados por el miedo al coronavirus y sólo atienden por teléfono, pero el problema es que en muchos casos la cita te la da una máquina, con todo lo que eso conlleva, como saben. ¡Qué buena atención! Los robots a veces no entienden lo que les dicen desde el otro lado del teléfono, sobre todo, si no se ajusta a las instrucciones que les han dado, y además, no tienen la función de comprensión que si puede mostrar una persona.
Y todo ello sin olvidar que una vez conseguida la consulta médica telefónica con el profesional, esta se queda muy lejos de poderse comparar a la atención que se recibe en la visita presencial: por ejemplo, ¿va a poder auscultar al paciente con el fonendoscopio a través del teléfono? Claramente no.