El presidente de la Comisión Europea no distingue entre crear y copiar. Este es uno de sus problemas, aunque tiene muchos. Por eso se le ha ocurrido otra de sus ideas de bombero: que sean Google y Facebook quienes luchen contra el bulo, es decir, quienes censuren las noticias falsas. Pero hombre, si a Google o a Facebook la verdad y la falsedad de las noticias que copian les importa un pimiento. De hecho, lo que les importa es aprovecharlas para sacarle rendimiento, generalmente publicitario. La ética les importa más bien poco. ¡Ay, Jean-Claude! No me extraña que la Unión Europea pase por un mal momento. Hispanidad redaccion@hispanidad.com