Ir a Bruselas para recordarle a las autoridades de la UE que sean más duros con el proyecto español de Presupuestos es darle a los eurócratas una autoridad que no deberían tener, aun cuando tengan poder para sancionar. Ahí tiene razón el PSOE. Para hablar mal de un proyecto de PGE realmente desastroso, que lo haga en España y ante los medios españoles.
Ahora bien, dicho esto, la colección de chorradas expelidas por las socialistas Carmen Calvo o Adriana Lastra, llama poderosamente la atención. Que el PSOE del “no es no”, que colapsó Los Presupuestos de Mariano Rajoy o que jugó a la doble banda en Cataluña, exija ahora lealtad al PP, es cosa de mucho rostro y de rostro muy pétreo.