Un lector me escribe sobre la intervención del Papa Francisco acerca de la III guerra mundial, que ya está aquí. Me la define así: III GM: el Islam se alía con los chinos contra Occidente, Europa y América. Al final gana Occidente en su batalla contra Oriente, pero Europa queda laminada. Y a empezar de nuevo. Pues no tengo ni idea de si va a ser así o no. El futuro no es un niño en las rodillas de los dioses sino el producto combinado de Providencia divina y libertad humana. Puede que, como asegura el Papa, la III guerra mundial ya ha comenzado, si reparamos en los muchos conflictos y en el aparentemente imparable odio que recorre el mundo. Ahora bien, no sé si este esquema de Oriente contra Occidente es el mayor creador de conflictos. Yo juraría que si el enfrentamiento fuera entre el Occidente cristiano y el Oriente panteísta-ateo, éste segundo no tendría media torta. No llegaríamos ni a cruzar sables. El problema no es que Occidente pierda, el peligro de esa III guerra mundial consiste en que Occidente se suicide, al abjurar de sus principios cristianos. Dicho de otra forma: Occidente nunca será derrotado pero ahora se dedica al auto-gol. Eulogio López eulogio@hispanidad.com