Vamos a suponer que Banca Privada de Andorra, e incluso otras firmas del mini Estado pirenaico, fueran un paraíso fiscal. En tal caso, duro con ellos.
Ahora bien, el mundo anglosajón está lleno de paraísos fiscales, sobre todo en la órbita de Estados Unidos -los más- como en la de Reino Unido. Y esta vez es Washington el denunciante.
El lavado de dinero es consustancial al calvinismo anglosajón. Porque ya se sabe que en USA como en RU, también en Alemania, hay menos corrupción que en el mundo hispano por la sencilla razón de que ellos han legalizado la corrupción. El ejemplo típico de legalización de la corrupción es un paraíso fiscal. Yo creo una legalidad paralela y ya no cometo delito.
Hispanidad
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